Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV
Historia general del pueblo dominicano 51 R ENGLONES ECONÓMICOS SEMICAPITALISTAS Los intentos por modernizar los usos y las prácticas económicas de los campesinos respondían a un programa civilizatorio impulsado por algunos sectores de las élites dominicanas. Común en toda América Latina y el Caribe a lo largo de la centuria decimonónica, todavía en los inicios del siglo XX di- cho proyecto constituía una agenda inconclusa. El mismo asumía que, para que los países de la región advinieran a los esquemas civilizados emblema- tizados por Europa occidental y los Estados Unidos, era imprescindible que las sociedades latinoamericanas y caribeñas se insertaran plenamente en las UHQRYDGRUDV FRUULHQWHV GH OD HFRQRPtD FDSLWDOLVWD PXQGLDO TXH HQWUH ÀQHV del siglo XIX y principios del XX SDVDED SRU XQD SXMDQWH RQGD H[SDQVLYD < en efecto, en esas décadas los países latinoamericanos y caribeños se articu- laron al capitalismo internacional gracias al crecimiento de sus actividades H[SRUWDGRUDV PD\RUPHQWH DJURSHFXDULDV \ PLQHUDV 68 Pero, internamente, en Latinoamérica y el Caribe el capitalismo estaba lejos de constituir un sistema HFRQyPLFR H[FOXVLYR DXQTXH H[LVWtDQ YDULDFLRQHV LPSRUWDQWHV HQWUH XQRV SDtVHV \ RWURV HQ OR TXH D VX SUHHPLQHQFLD VH UHÀHUH La República Dominicana, en el primer tercio del siglo XX , se encontraba entre aquellos países en los cuales el capitalismo era embrionario. 69 En lo que al HPSOHR GH WUDEDMR DVDODULDGR VH UHÀHUH ORV SULQFLSDOHV HVWDEOHFLPLHQWRV HUDQ VLQ GXGD DOJXQD ORV JUDQGHV ODWLIXQGLRV FDxHURV H LQFOXVR HQ HOORV H[LVWtDQ formas laborales y relaciones semicapitalistas. 70 Por su parte, en la mayoría de la ruralía dominicana imperaban formas precapitalistas de producción, espe- cialmente en las áreas de economía campesina. 71 En estas zonas prevalecía el WUDEDMR IDPLOLDU TXH FRH[LVWtD FRQ RWUDV IRUPDV QR VDODULDOHV GH WUDEDMR FRPR el colonato y la aparcería e incluso con sistemas de trabajo «cooperativo». Tal era el caso de las «juntas» —llamadas «convites» en algunas regiones—, que HUD FXDQGR XQ KDELWDQWH GHO FDPSR VROLFLWDED HO DX[LOLR GH YHFLQRV SDULHQWHV \ DOOHJDGRV SDUD UHDOL]DU DOJXQD WDUHD TXH H[FHGtD VX FDSDFLGDG SHUVRQDO R ID - miliar, como limpiar un camino, desbrozar un campo, construir una vivienda o levantar una cerca o una empalizada. Entonces, el convocante aportaba la comida y la bebida de quienes colaboraran en dicha faena. Otra variante de socorro mutuo en el campo era el «torna peón», que era cuando un individuo HIHFWXDED DOJ~Q WUDEDMR D\XGDQGR D RWUR SRU OR TXH HO EHQHÀFLDULR HVWDED obligado a corresponder ese servicio de manera similar. 72 Como demuestran estos ejemplos, a principios del siglo XX HQWUH OD SREODFLyQ UXUDO H[LVWtDQ IXHU - tes lazos de reciprocidad. Pese a ello, en las zonas de economía campesina
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