Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV
Historia general del pueblo dominicano 507 Pedro Tomás Garrido. Posterior a la designación del secretario de Relaciones ([WHULRUHV IXH SURPXOJDGD OD /H\ 1R 2UJiQLFD GHO &XHUSR 'LSORPiWLFR \ &RQVXODU HO GH DJRVWR GH (UD \D VHFUHWDULR GH 5HODFLRQHV ([WHULRUHV José de Jesús Castro y Álvarez, quien asumió del 8 de mayo de 1876 hasta el 14 de noviembre del mismo año. Para la elaboración de la primera Ley Orgánica del Cuerpo Diplomático y Consular se tomaron como referencia y modelo las leyes de los países con ORV FXDOHV VH WHQtDQ ÀUPDGRV DFXHUGRV KDVWD HQWRQFHV 3RU FRQVLJXLHQWH IXH una ley acorde a los parámetros del momento que se seguían en las grandes capitales del mundo. En 41 artículos y dos considerandos se establecieron las funciones de los agentes diplomáticos y consulares dominicanos. Asimismo, la Ley establecía la forma en que serían pagados esos repre- sentantes diplomáticos y consulares. También estipulaba sobre las recauda- FLRQHV FRQVXODUHV OD PDWUtFXOD GH ORV H[WUDQMHURV UHVLGHQWHV HQ OD MXULVGLFFLyQ que le correspondiera al cónsul y la emisión del documento de viaje en las RÀFLQDV FRQVXODUHV Durante el gobierno de Ignacio María González se reguló todo lo relati- vo a la precedencia de los diplomáticos, cónsules y funcionarios del Estado. $VLPLVPR VH UHJXODURQ ODV IRUPDOLGDGHV GH ORV DFWRV RÀFLDOHV FHUHPRQLDOHV presentación de cartas credenciales y cartas patentes, honras fúnebres, conde- FRUDFLRQHV QDFLRQDOHV HQWUH RWURV DFWRV VROHPQHV \ RÀFLDOHV 6 El presidente González se ocupó del fomento de las relaciones comercia- OHV \ OD LQYHUVLyQ H[WUDQMHUD HQ HO SDtV SDUD OR FXDO HPLWLy HO 'HFUHWR 1R de 1874, integrado por 12 artículos en los que se hacía énfasis en el control de los viajeros y en la promoción del comercio. L AS RELACIONES BILATERALES CON LA R EPÚBLICA DE H AITÍ : T RATADO DE 1874 (QWUH OD 5HS~EOLFD 'RPLQLFDQD \ OD 5HS~EOLFD GH +DLWt VH KDEtD ÀUPDGR en 1867 un tratado por medio del cual se aprobó el reconocimiento de ambos países como Estados, y donde se dejaba para luego el asunto de la frontera. (VH WUDWDGR VH VXVFULELy GXUDQWH HO JRELHUQR GH -RVp 0DUtD &DEUDO \ IXH UDWLÀ - cado por el Congreso dominicano, pero no por el haitiano, por lo que quedó sin efecto. La imperiosa necesidad de un comercio recíproco y la conveniencia de mantener relaciones formales para resolver los múltiples problemas que se presentaban entre los dos países conllevaron a los haitianos a negociar.
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