Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV
Historia general del pueblo dominicano 485 FRQ HO SDUWLGDULVPR GH EDQGHUtD DTXHOORV H[FHVRV TXH OD H[DOWDFLyQ GH ODV pasiones suelen acarrear». 52 Se puede decir que el mayor entusiasmo para el desarrollo de la vida in- telectual, la creación literaria, el debate de las ideas y el reino de un ambiente de libertad y tolerancia fue el período de 1899 a 1903, cuando tanto los bolos como los coludos coincidían en el tipo de gobierno que debía dirigir el país. (VWR QR VLJQLÀFDED TXH KDEtD SOHQD OLEHUWDG SXHV HQ FDVRV LQGLVSHQVDEOHV VH ejercía la violencia para lograr propósitos gubernamentales. 53 Pero las con- tradicciones entre los dos caudillos abortaron aquel proyecto democrático, se UHLQLFLDURQ ORV FRQÁLFWRV DUPDGRV \ VROR GXUDQWH HO SHUtRGR GH JRELHUQR GH Ramón Cáceres habría espacio de paz para la vida intelectual y literaria. Instaurado el gobierno de Cáceres en 1906, la paz regresó a la República Dominicana; entonces se organizaron algunas sociedades, celebraban certá- PHQHV OLWHUDULRV VH SXVLHURQ GH PRGD ORV MXHJRV ÁRUDOHV \ YHODGDV OLWHUDULDV aparecieron nuevas tendencias literarias, se vivía en pleno romanticismo y se cantaba con preferencia a la mujer y al amor: «La mayoría entregóse a la bohemia. Se bebía licor en abundancia, entre recitaciones de versos, mientras corrían alegres parrandas nocturnas en los ligeros coches de un caballo de por aquellos tiempos». 54 La proliferación de sociedades culturales, especialmente literarias, esta- ED LQÁXHQFLDGD SRU HO 0RGHUQLVPR 6H SXEOLFDEDQ UHYLVWDV \ SHULyGLFRV TXH representaban las diversas tendencias entre los jóvenes e intelectuales. Las nuevas sociedades que se formaron en la primera década del siglo XX desarro- llaban actividades a la vez que la juventud y la sociedad en su conjunto fue- ron tomando nuevos rumbos, aunque «no desdeñaron el aspecto cultural». El parque Colón se hizo centro de encuentros y tertulias entre los intelectuales y se prefería «concurrir a esos Clubs, de variado aspecto, donde se conversaba, se leía, se jugaban cartas o billar o se bebía alcohol, en informal y al gusto de cada cual, a la típica sociedad literaria del siglo pasado, toda compostura». 55 Entre las sociedades de renombre fundadas entre 1900 y 1915 se encon- traban La Sociedad Literaria, considerada baluarte de nuestras letras, 56 el Club de Artesanos, el Casino de la Juventud y el Club Náutico, todos fundados en 1907. Además, el aristocrático Club de Damas, considerado el «primer centro femenino» del país. El Ateneo Dominicano, que había desaparecido a princi- SLRV GH VLJOR UHDSDUHFLy HQ FHOHEUDQGR YHODGDV \ ©ÀHVWDV GH OD LQWHOLJHQ - cia» que reunían a los escritores. También aparecieron en ese año la Sociedad de Arte El Parnaso y el Sport Club. 57 En la ciudad de Santiago se fundaron el &HQWUR GH 5HFUHR \ HO &OXE 6DQWLDJR H[LVWLHURQ DGHPiV GHVGH la Sociedad Amantes de la Luz y la Sociedad Los Odd Fellows (1914). Tras la
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