Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV
484 Clubes,gremios y sociedades culturales,1875-1930 ¿Dónde está, en verdad, aquel grupo de jóvenes ilustrados y libera- OHV TXH HO GH DJRVWR GHO SUy[LPR SDVDGR DxR ODQ]DURQ DO SDtV XQ EULOODQWH PDQLÀHVWR FRQYRFDQGR D ORV FLXGDGDQRV SDUD IRUPDU XQD sociedad que, entre otras cosas, debía protestar enérgicamente cada vez que fuera violada la Constitución, atropellada la ciudadanía en uno de sus miembros por los funcionarios del Estado? ¿Dónde está aquel lujo de frases que salió a relucir en las bases de «La Liga de Ciudadanos» y que hoy necesita brillar convertido en realidad? ¿Dónde están los oradores que, en las plazas públicas proclamaban a todo pulmón, durante el período revolucionario, las libertades y derechos y hoy, en vez de llevar a cabo un meeting para hacerle co- nocer al pueblo que se ha cometido un hecho arbitrario y que por ende está amenazada de muerte la libertad y enseñarle a protestar GH WDOHV DFWRV SHUPDQHFHQ LQGLIHUHQWHV DQWH DWHQWDGR VHPHMDQWH >«@ ¿Acaso han muerto con la Liga las convicciones y las energías de esos que proponían educar al pueblo en las prácticas republicanas, o todo aquello fue puro entusiasmo de un momento? 50 Era de interés, tanto en las sociedades como en la juventud que comenza- ba a vivir en libertad, luchar contra la vuelta al caudillismo, entendiendo que eso era posible a través de la organización de milicias nacionales, alejadas de los caudillos y garantes de las decisiones del Estado, por lo que se reclama en la prensa la formación de la Guardia Nacional: Las ideas de las Milicias o Guardias Nacionales que un grupo de jóvenes patriotas ha defendido y sostenido por medios diversos, va ya en infalible triunfo. Entre los obreros y artesanos, y en general, en casi todo el pueblo, la idea es acogida con verdadero entusiasmo; >«@ /DV 0LOLFLDV 1DFLRQDOHV VRQ XQD JDUDQWtD HIHFWLYD GH QXHVWUD H[LVWHQFLD SROtWLFD \ FRQFXUULU D HOOD HV XQ GHEHU DO FXDO QR KD GH sustraerse ningún ciudadano que aspire a vivir tranquilamente de- fendido por sus derechos. 51 Sin embargo, los enfrentamientos entre Horacio Vásquez y Juan Isidro Jimenes dieron al traste con ese propósito, y el país entró en un período de guerras civiles que se prolongó, con escasos años de paz, hasta 1916: «En la lucha por la hegemonía la generación del 99 no supo conservar la unidad. Se dividió desde los comienzos de su carrera política. Al seguir los unos a Jimenes y los otros a Horacio Vásquez, fomentaron en las masas populares,
RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3