Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV

Historia general del pueblo dominicano 45 y de los precios de sus productos agrícolas. Enfrentados a la crisis, las élites EXVFDURQ HO DX[LOLR GHO (VWDGR $ SDUWLU GH HOODV HQFRQWUDURQ HQ HO GLF - tador Rafael L. Trujillo a un aliado presto a imponer nuevas y más severas H[LJHQFLDV DO QXWULGR FDPSHVLQDGR GRPLQLFDQR 56 E STADO Y CAMPESINADO El Estado fue, precisamente, uno de los agentes principales de las trans- formaciones que sufrió el mundo rural dominicano en las primeras décadas del siglo XX . Por siglos, el poder central había carecido de capacidad para in- cidir de forma contundente sobre la sociedad rural. Las formas de propiedad, los sistemas laborales, las actividades económicas y las relaciones entre las clases sociales se habían desarrollado en gran medida de espaldas a —cuando no en contra de— las disposiciones y las normas estatales. Ello se debía a que ODV HVWUXFWXUDV RÀFLDOHV HUDQ LQFDSDFHV GH DEDUFDU OD WRWDOLGDG GHO WHUULWRULR nacional y, en consecuencia, de ejercer su autoridad sobre la población. Esto IXH FDPELDQGR OHQWDPHQWH KDFLD ÀQHV GH OD FHQWXULD GHFLPRQyQLFD DO FDORU GHO FUHFLPLHQWR GHPRJUiÀFR GH OD RFXSDFLyQ HIHFWLYD GHO WHUULWRULR \ GHO UHODWLYR fortalecimiento del Estado, lo que fue apuntalado por el crecimiento de las H[SRUWDFLRQHV \ ORV FUHFLHQWHV YtQFXORV GH OD 5HS~EOLFD 'RPLQLFDQD FRQ HO mercado internacional. 57 Así que a medida que avanzó el siglo XX , fue aumen- tando la injerencia del Estado en el mundo rural —esto pese a las numerosas alteraciones políticas que vivió la República Dominicana durante esos años—. (Q OR TXH DO FDPSHVLQDGR VH UHÀHUH HO (VWDGR HYLGHQFLy VX GLVSRVLFLyQ D LP - SRQHUOH ³DXQTXH FRQ GLÀFXOWDGHV³ QRUPDV LQVSLUDGDV HQ OD ©LGHRORJtD GHO progreso». Ello implicó tratar de domeñar a las díscolas y «bárbaras» masas campesinas de manera que sus capacidades productivas sostuvieran los pro- yectos de las élites de crear una nación moderna y próspera. Uno de los obstáculos mayúsculos al desarrollo de la agricultura radicaba HQ ODV GHÀFLHQFLDV GH OD WUDQVSRUWDFLyQ \ ODV FRPXQLFDFLRQHV HQ OD 5HS~EOLFD 'RPLQLFDQD $ ÀQHV GHO VLJOR XIX , ese problema fue enfrentado, como ya se indicó, mediante el establecimiento de sendas líneas de ferrocarril conectando DO &LEDR FHQWUDO FRQ 3XHUWR 3ODWD \ 6iQFKH] ORV SULQFLSDOHV FHQWURV H[SRU - tadores de la región norte del país. Pero ello fue una solución parcial a un problema mucho más amplio. Porque lo cierto es que el ferrocarril conectó los principales pueblos y ciudades del Cibao, pero muchos poblados quedaron

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