Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV
Los renglones campesinos y semicapitalistas (c1870-1930) 26 (O FDIp SRU VX SDUWH VH H[SDQGLy HQ ODV ]RQDV DOWDV FX\D KXPHGDG \ WHP - peraturas eran favorables al cafeto. Desde su introducción en Santo Domingo en el siglo XVIII , el café empezó a integrarse a la dieta dominicana —si bien en algunas zonas el cacao era preferido como bebida—, por lo que buena parte de su producción se destinaba al consumo local. Solo hacia la década de los ochenta del siglo XIX FRPHQ]y D H[SRUWDUVH FDIp GH PDQHUD PiV R PHQRV regular, aunque en cantidades muy limitadas. Entonces surgieron algunas pocas haciendas dedicadas a su cultivo; entre las áreas que comenzaron a despuntar en el cultivo del café se encontraron —en el Cibao—Moca, La Vega y Puerto Plata y —en el suroeste—Baní, Barahona, San Cristóbal y Ocoa. Al desarrollo de estas últimas contribuyó su relativa cercanía a la ciudad de 6DQWR 'RPLQJR TXH HUD XQR GH ORV SULQFLSDOHV SXHUWRV GH H[SRUWDFLyQ GH OD 5HS~EOLFD 'RPLQLFDQD &RQ WRGR HQWUH ÀQHV GHO VLJOR XIX y las primeras déca- das del siglo XX , el café ocupó una posición muy restringida entre los cultivos FRPHUFLDOHV GHO SDtV HQWUH VX H[SRUWDFLyQ ÁXFWXy HQWUH y 1,900,000 de kilogramos; ello representaba apenas entre el 2-3% del valor WRWDO GH ODV H[SRUWDFLRQHV GH OD 5HS~EOLFD 'RPLQLFDQD 'H KHFKR HO DXJH GHO FDIp RFXUULy KDFLD ÀQHV GH ORV DxRV FLQFXHQWD JUDFLDV HQ EXHQD PHGLGD DO impulso que recibió por parte del Estado dominicano, así como al incremento del consumo y de los precios en los mercados internacionales. 12 Un factor determinante en el incremento del cultivo del cacao y del FDIp IXH OD H[SDQVLyQ GH ODV FRPXQLFDFLRQHV LQWHUQDV (O HVWDEOHFLPLHQWR GH una línea de ferrocarril entre La Vega y el puerto de Sánchez, en la bahía de Samaná, en la década de 1880, contribuyó a la ampliación de esos cultivos en el Cibao oriental. Además de La Vega, el ferrocarril llegaba a Salcedo y San Francisco de Macorís; desde otras comunes cercanas al mismo —como Cotuí— se transportaban productos que eran llevados hasta Sánchez. Por su parte, el Ferrocarril Central Dominicano —inaugurado en 1897— conectaba a Moca, Santiago, Villa González y Puerto Plata. Inicialmente se pensó que los ferrocarriles propiciarían el establecimiento de grandes propiedades agrícolas GHGLFDGDV D ORV FXOWLYRV GH H[SRUWDFLyQ < HQ HIHFWR VH HVWDEOHFLHURQ DOJXQRV latifundios alentados por el ferrocarril. Pero diversos factores impidieron el DYDQFH GHO ODWLIXQGLVPR HQ HO &LEDR HQWUH HVWRV IDFWRUHV VH GHVWDFy OD H[LVWHQ - cia de una economía campesina que, en sí misma, actuaba como un valladar a la concentración de la tierra. De hecho, el ferrocarril ayudó a vitalizar la economía campesina cibaeña; miles de campesinos contaron ahora con un incentivo adicional para cultivar cacao y café. Tradicionalmente, una de las quejas de los productores agrarios era que la falta de comunicaciones adecua- das restringía su posibilidad de transportar sus productos hasta los centros
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