Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV

Historia general del pueblo dominicano 25 las formas del uso del suelo y la alteración de las relaciones entre las clases sociales. 9 Además, la creciente importancia del azúcar trastocó las relaciones de poder entre las diversas regiones de la República Dominicana. Debido a ese auge, el Cibao perdió el protagonismo económico que había disfrutado KDVWD HQWRQFHV SDSHO TXH IXH DVXPLGR SRU HO 6XU JUDFLDV D ODV H[SRUWDFLR - nes azucareras. Estas fortalecieron tanto a las élites sureñas como a las arcas del Estado, y dinamizaron a ciudades como Santo Domingo y San Pedro de Macorís. Con ello, Santiago y Puerto Plata, los principales centros urbanos del Cibao, perdieron la preponderancia que habían disfrutado hasta entonces, tanto económica como políticamente. 10 El apogeo del azúcar estuvo muy lejos de ser contrarrestado por el cre- FLPLHQWR GH OD SURGXFFLyQ \ OD H[SRUWDFLyQ GHO FDFDR \ HO FDIp /D UHODWLYD H[SDQVLyQ GH HVWRV FXOWLYRV WXYR FRPR WUDVIRQGR OD FULVLV GHO WDEDFR DO PHQRV en el Cibao, hubo campesinos que abandonaron el cultivo de las aromáticas hojas y se dedicaron a sembrar café o cacao. Por supuesto, hubo elementos que limitaron la posibilidad de que los agricultores pudieran hacer la transi- ción de un cultivo a otro. A diferencia del tabaco, que es una planta de ciclo corto, tanto el café como el cacao son plantas perennes, por lo que su ciclo de vida es de muchos años. Esto implica que los cafetos y los cacaotales no empiezan a producir sino hasta varios años luego de ser sembrados; el tabaco, por el contrario, es cosechado a los pocos meses de ser plantado. Por lo tanto, los productores de café y de cacao deben esperar varios años para obtener sus primeras cosechas y, en consecuencia, los primeros ingresos por su venta. Evidentemente, esto limitó la posibilidad de que los campesinos con menos WLHUUD \ UHFXUVRV SXGLHUDQ GHGLFDUVH H[LWRVDPHQWH DO FDFDR R HO FDIp 3RU RWUR lado, los suelos favorables al tabaco no son necesariamente propicios para el café y el cacao, que prosperan mejor en zonas húmedas y con suelos profun- dos. Por carecer de tierras con estas características, hubo campesinos que no pudieron dedicarse a esos cultivos; muchos de los que lo hicieron tuvieron TXH HVWDEOHFHUVH HQ OXJDUHV GRQGH H[LVWtDQ FRQGLFLRQHV IDYRUDEOHV SDUD VX agricultura. El cacao encontró condiciones apropiadas en el Cibao oriental, en las estribaciones de los ríos Camú y Yuna, que incluye las comunes de Santiago, La Vega, Moca, Salcedo, San Francisco de Macorís, Cotuí, Sánchez y Samaná. Aunque se cultivaba en otras zonas de la República Dominicana, el JUXHVR GH pO SURYHQtD GH HVRV OXJDUHV (Q OR TXH D VX H[SRUWDFLyQ VH UHÀHUH ORV datos disponibles indican que para inicios del siglo XX HVWD H[FHGtD ORV WUHFH millones de kilos; en la segunda década de la centuria hubo un incremento de OD SURGXFFLyQ \ ODV H[SRUWDFLRQHV RVFLODURQ DOUHGHGRU GH ORV YHLQWH PLOORQHV GH NLORV KDVWD ÀQHV GH OD GpFDGD VLJXLHQWH 11

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