Historia General del Pueblo Dominicana Tomo IV

Los renglones campesinos y semicapitalistas (c1870-1930) 22 SDUWLFXODU VREUH VXV VHFWRUHV FDPSHVLQRV $ ULHVJR GH VLPSOLÀFDU XQ SURFHVR harto complejo, se puede argumentar que los factores principales en la mo- GLÀFDFLyQ GH OD UXUDOtD IXHURQ HQ SULPHU OXJDU HO FUHFLPLHQWR SREODFLRQDO \ ODV WUDQVIRUPDFLRQHV GHPRJUiÀFDV HQ VHJXQGR OXJDU XQD PD\RU LQFLGHQFLD GH ODV UHODFLRQHV PHUFDQWLOHV HQ HO PXQGR DJUDULR \ ÀQDOPHQWH OD FUHFLHQWH injerencia del Estado en el campo y en la sociedad rural. Aun así, los rasgos estructurales de ese mundo rural se alteraron lentamente. Por ende, varios de los principales renglones agrícolas permanecieron en esencia en manos de los pequeños y los medianos productores. Así ocurrió con el tabaco, que GXUDQWH GpFDGDV KDEtD VLGR HO FXOWLYR FRPHUFLDO FDPSHVLQR SRU H[FHOHQFLD 1R REVWDQWH KDFLD ÀQHV GH OD GpFDGD GH ORV VHWHQWD GHO VLJOR XIX el tabaco entró en XQD IDVH GH GHFDGHQFLD DO PHQRV HQ OR TXH VH UHÀHUH D VX SRVLFLyQ HQWUH ODV H[ - portaciones de la República Dominicana. A ello propendieron varias causas, entre las que sobresalen, por un lado, los problemas que confrontó el tabaco dominicano en los mercados internacionales, y, por otro lado, el despegue de OD SURGXFFLyQ GH D]~FDU FX\D H[SRUWDFLyQ VXSHUy UiSLGDPHQWH ³WDQWR HQ YR - lumen como en valor— a la del tabaco. 3 El resultado fue que el tabaco perdió VX OXJDU FRPR SULQFLSDO SURGXFWR GH H[SRUWDFLyQ SDSHO TXH KDEtD RFXSDGR DO PHQRV GHVGH ÀQHV GHO VLJOR XVIII . Además del azúcar, el tabaco eventualmente WDPELpQ HQIUHQWy HO UHWR GHO FDFDR \ GHO FDIp FX\R FXOWLYR \ H[SRUWDFLyQ DX - mentaron con el paso de los años. Pese a todo, el tabaco retuvo buena parte de su importancia social ya que siguió ocupando un papel destacado como cultivo comercial entre los pequeños productores agrícolas, sobre todo en la región del Cibao. /RV SUREOHPDV GHO WDEDFR VH RULJLQDURQ HQ ODV H[LJHQFLDV GHO PHUFDGR internacional, que requería un producto de mejor calidad; debido a las con- diciones en que se producía, el tabaco dominicano estaba lejos de cumplir tales requisitos. Para empezar, los campesinos solían cultivar varios tipos de tabaco, denominados «criollos», que se encontraban entre las variedades me- nos apreciadas en los mercados internacionales. 4 Usualmente, el tabaco domi- nicano se usaba como «tripa» en la elaboración de puros y cigarros; incluso se empleaba para hacer andullos, que era principalmente tabaco para mascar, R FRPR WDEDFR SDUD SLSDV 3RU HO FRQWUDULR ODV KRMDV PiV ÀQDV \ GH PHMRU calidad, usadas como «capas» y «capotes» de los cigarros, eran menos comu- QHV HQ ODV H[SRUWDFLRQHV GRPLQLFDQDV GH WDEDFR 7RGR HOOR VH WUDGXFtD HQ TXH las hojas dominicanas tenían mala fama entre los negociantes internacionales de tabaco, por lo que recibían precios bajos en los países importadores. A ello contribuían las rudimentarias técnicas de cultivo, cosecha, elaboración \ PDQHMR GHO WDEDFR SRU ORV DJULFXOWRUHV 3HVH D ODV QXPHURVDV H[KRUWDFLRQHV

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